Páginas

lunes, 18 de enero de 2016

El Miedo

Cuando desconocemos quienes somos interiormente, nos damos cuenta de que existen muchos elementos en nosotros que no conocemos, por ejemplo, el miedo el cual está presente en nuestro alrededor desde que nacemos, nuestros padres temen por nuestra vida al vernos tan pequeños e indefensos.

A medida que crecemos, aprendemos conductas infundidas por el miedo, por temor a que nos asuste algo, o por desconocimiento de lo que puede pasar, porque se nos ha dicho que hacer cierto tipo de cosas es peligroso. De esta forma, es que nuestras emociones, sentimientos, conductas y pensamientos responden y accionan automáticamente a que debemos sentir miedo ante cada tipo de circunstancia que es nueva o duplicada de un suceso anterior enseñado, transmitido o desconocido.

Durante el transcurso de nuestra vida repetimos errores, y tememos por todo lo que pueda pasar sin darnos cuenta tan si quiera de que algunos sucesos solo ocurren en nuestra mente, desconocemos el hecho de que no nos conocemos a nosotros mismos y afirmamos ante los demás que no le tememos a nada, cuando nuestros amigos y familiares se dan cuenta o nos señalan "TU TIENES MIEDO A SER...", "TU TIENES MIEDO A HACER...".

Si aun no saben a que le temen, pregúntenles a sus seres queridos que opinan sobre ustedes en cuanto a sus temores sobre la vida, que ellos con gusto se extrañaran de dicha pregunta y les dirán. Los seres que nos aman y cualquier conocido externo nos ayudan a visualizarnos y se convierten en un espejo de nuestros defectos, alcanzando a ver lo que para nosotros es invisible.

Solo cuando somos verdaderamente sinceros con nosotros mismos es que comprendemos que el miedo habita dentro de nosotros en momento presente, a partir del ahora inhibimos su acción ante todos los pasos que trazamos en la vida por medio de la comprensión, donde nuestro corazón nos permite capturar el hondo significado del temor y nos permite perdonarlo, porque después de todo es una parte herida de nosotros mismos.

Foto tomada del Rincón del Tibet

Basándome en mi experiencia personal como aporte para el crecimiento, me di cuenta de que tengo más miedos de los que creía tener, pero ahora que he descubierto esta parte de mi quiero transformarla a tener mas seguridad de quien soy, aceptando que el miedo es real solo si yo deseo que exista, y que yo puedo ser mas fuerte que mis debilidades en cualquier momento que así lo desee.

Dios es el sustento principal de mi vida, y el me enseña que el miedo puede alejarme pero que su amor es más grande que toda circunstancia o problema que se presente. A partir de este día me dejo abrazar y fundir por el amor de mi Padre amado que está en los cielos y dentro de mi corazón, esperando que vosotros podáis suplantar el miedo por el AMOR en cada paso de la vida.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

La Libertad interior es un sueño hecho realidad y la meta que todos debemos alcanzar